viernes, 20 de julio de 2012

23.

Esa forma de andar, ese movimiento de pelo, esas sonrisas, el brillo de sus ojos... Las miles de veces que gesticula en un día, el ruido brillante de su risa al sonar, la dulzura de su voz con cada palabra que dice, o el olor de la piel que desprende al caminar. Todo, absolutamente todo y cada mínimo detalle de tu vida me provoca un deseo inevitablemente fuerte, unas ganas de comerte que nadie me puede quitar.

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